Amor condicional (I): una relación de conveniencia
¡Eccolo qui. Pensavo che non l’avrei più rivisto! Es Patricia Carella quien así me saluda tras su mostrador en el zaguán de la Biblioteca Berenson. Adoro a esta mujer. Consigue que uno se sienta en casa incluso en un lugar como este. Al escucharla he caído en la cuenta de que hacía casi una semana…
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