El gusto della Duchessa è un pocho dificile achontentarlo
Faltan pocos minutos para las 5 de la tarde. Estoy solo en la pequeña biblioteca de la AdeiP. Una hora inusual ya que no acostumbro a llegar antes de las 7. Pero hoy ha sido un día diferente. Acabo de despedirme de Franco Benigno, que debía tomar el tren de regreso a Roma, en la…